Nuestra historia

Jim Waters nació el 7 de octubre de 1925 en Nebraska, EE. UU. Una oportunidad profesional para su padre trasladó a la familia a Framingham, Massachusetts, donde Jim fundaría más tarde su empresa homónima, Waters Associates, en 1958, en el sótano del Departamento de Policía de Framingham.

Primeros años

Con cinco empleados, su plan era desarrollar instrumentos científicos. El gran avance de la compañía se produjo en 1965, cuando Waters obtuvo la licencia de un refractómetro de Dow Chemical para analizar plásticos. Jim desarrolló un instrumento a partir del refractómetro y “después de eso, las ventas se dispararon como un cohete”, comentó Waters más tarde.

Quizás el mayor triunfo de Jim para la compañía se produjo en 1972, al resolver un problema para el profesor de Harvard Robert Woodward, nativo de Quincy, Massachusetts, que trabajaba en la síntesis de la vitamina B12 y que ya había ganado un premio nobel de Química en 1965 por ser el primero en sintetizar la clorofila. A petición de Woodward, Waters acompañó a un equipo al laboratorio de Woodward con un cromatógrafo de líquidos y resolvió el problema en unas pocas semanas.

El pionero de la cromatografía

El primer cromatógrafo de líquidos de Waters, y los siguientes, han ayudado a impulsar el descubrimiento, el desarrollo y la fabricación de fármacos en todo el mundo. En el camino, Jim redefinió la ciencia de las separaciones, que traspasó los límites de la física, la química, las matemáticas y la ingeniería. A través de su revolucionario trabajo, realizó sus primeros avances en el campo de la cromatografía de permeación en gel, lo que condujo a la cromatografía líquida y al espectacular crecimiento de la industria mundial de las tecnologías analíticas.

Ocupó el cargo de presidente de Waters Associates hasta 1979, cuando Millipore Corporation compró la compañía. La compañía siguió siendo una división de Millipore hasta que Millipore la separó en una compra por parte de la dirección de la empresa. Se hizo pública de nuevo durante una oferta pública inicial en 1995.

Educación, reconocimiento y contribuciones

Como firme creyente en el poder de la educación, Jim Waters se identificaba ampliamente con los principios que había aprendido sobre el pensamiento sistémico como una importante habilidad para la vida. Jim y su esposa, Faith, una exmaestra, reconocieron el valor del pensamiento sistémico para capacitar a los estudiantes para crear una vida exitosa y contribuir al mundo de forma importante y positiva. Lo que comenzó como un proyecto especial a través de la Waters Foundation* hace más de 30 años creció hasta convertirse en el Waters Center for Systems Thinking*, una organización sin fines de lucro 501 (c)(3) dedicada a aportar beneficios a través del pensamiento sistémico a distritos escolares, organizaciones y comunidades de todo el mundo.

Benefactor y fideicomisario de la Northeastern University, en 1984 Jim y su esposa Faith crearon la cátedra James L. Waters de Química Analítica en el Barnett Institute de la Northeastern University, de la que ahora está a cargo el profesor John Engen. En una ceremonia en 2019, la universidad galardonó a Jim con un premio Pioneer Award por su continuo servicio para promover la misión de la universidad de formar a jóvenes científicos y contribuir al avance de la educación y las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM).  

Hoy

En su honor, Waters Corporation estableció la Jim Waters Society en 2017 para reconocer a los empleados por sus logros científicos. La tecnología que desarrolló Jim sigue impulsando la innovación en las ciencias biológicas, ciencias de materiales y ciencias de la alimentación, y en la actualidad contribuye al trabajo en rápida evolución sobre la COVID-19 a través de los miembros de la Jim Waters Society y nuestro Innovation Response Team (Equipo de ayuda a la innovación)

Jim era muy conocido por su misión y mantra característicos de “Aportar beneficios” en todo lo que hacía. En la actualidad, el espíritu de “Aportar beneficios” es fundamental para nuestra cultura en Waters. Nos impulsa a solucionar los problemas más difíciles de nuestros clientes. Jim fue realmente un hombre extraordinario con un espíritu emprendedor que construyó Waters desde un comienzo humilde y lo nutrió para que sea la compañía global que somos hoy.